Todo comenzó cuando escuché a varias personas hablar sobre la importancia de mantener una comunicación constante con los clientes. Decidí investigar más y, al hacerlo, entendí que una buena plataforma de
email marketing era crucial. No solo se trataba de enviar promociones, sino de construir un vínculo real con mis consumidores.
La primera campaña que lancé no fue perfecta, pero cada respuesta, cada comentario, me brindó una nueva perspectiva. A través de mi plataforma, pude conocer a mis clientes de una forma más personal. Las encuestas y la segmentación me permitieron entender sus gustos y preferencias. Comencé a enviar contenido relevante y no solo promociones, lo que aumentó el interés y la interacción. Mis listas de correo empezaron a crecer, y las tasas de apertura y clics se dispararon.
A medida que implementaba un plan de marketing digital más completo, pude integrar mis esfuerzos en las redes sociales y el sitio web. Cada acción estaba alineada, creando una narrativa coherente. Con el tiempo, no solo noté un aumento en las ventas, sino también una comunidad activa y comprometida que apoyaba mi marca. Ver cómo mi audiencia se conectaba a través de correos y redes sociales era la recompensa más gratificante de todas.